El domingo 15 es un día muy especial: celebramos el día de las niñas, niños y adolescentes, en un contexto en el que vienen dando un ejemplo tremendo de solidaridad, postergando encuentros, abrazos y paseos para cuidarnos. En esta publicación invitamos a recorrer una partecita de los derechos de las infancias diversas. Algunos derechos están en los tratados de derechos humanos (como la Convención de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de la ONU) otras son parte de las demandas y propuestas de estos tiempos... Hay muchas maneras de vivir la niñez, y siempre con derechos. Por eso ¡Felíz día de la Niñez!
Algunos de esos derechos están en la convención y otros tratados de derechos humanos, y otras no, son parte de una apuesta y construcción contemporánea... Aquí enumeramos algunos de esos derechos:
Las infancias tienen derecho a jugar, y que no se les imponga qué juegos deben jugar, que no haya juegos o juguetes "para varones" o "para nenas".
Niñas, niños, adolescentes, jóvenes, tienen derechos a vestirse y a elegir sus ropas, a tener sus propios gustos, y como todos los cuerpos son diferentes, tiene que haber suficiente variedad de formas, tamaños, colores.
Aprender a sembrar debe ser un derecho hoy más que nunca. Y aprender jugando y cuidando es la mejor forma de aprender. Así que a revalorizar saberes: pongamos las manos en la tierra, aprendamos juntos con los chicos, cultivemos, por el presente y el futuro.
Hay tantas formas de andar, de moverse, de expresarse, de pasear... No nos limitemos a una forma, ¿si?
A estudiar y que nadie quede afuera: en la escuela y en nuestras casas, por una educación realmente inclusiva y diversa. Con acceso a las tecnologías y a los apoyos, ¡con oportunidades para todos y todas!
El derecho a gozar de la salud!! Y que nunca falten los cuidados!!
Gozar al más alto nivel de salud es un derecho consagrado en todas las convenciones y cuando hablamos de salud, por supuesto es física, psicosocial, espiritual... Integral.
Chicos y grandes tenemos derecho a comer todos los días alimentos ricos, saludables y diversos... Y a participar en la preparación de las comidas, a aprender a cocinar, a saber de dónde vienen los alimentos que consumimos, a saber qué es mejor para nuestros cuerpos.
Las decisiones de los adultos tienen que tener en cuenta el interés superior de los chicos y chicas... Es decir lo que es mejor para ellos y ellas... Y para esto también deben ser consultados: los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a participar, a opinar, a expresar y manifestar demandas y propuestas. Y los adultos deben crear las condiciones de accesibilidad para la participación en las formas que saben y quieren los niños y niñas.
Las infancias tienen derechos, a todo esto y a mucho más.
Por ejemplo a la identidad, a conocer sus orígenes, a tener una nacionalidad, a
que se respete su cultura, su lengua (incluyendo por ejemplo las lenguas
indígenas o la lengua de señas argentina).
Pero sobre todo también tiene derecho a tener derechos, y mediante la participación a crear una cultura con nuevos derechos para vivir en dignidad.
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